El renovado SUV chico de Renault mejoró en prácticamente todos sus aspectos. En Carmuv estuvimos a bordo del Renault Duster Iconic 1.3 turbo 4WD con caja manual de seis marchas, la variante más apta para aventurarse fuera del asfalto.
El Duster se presentó en nuestro mercado allá por el 2011 y su segunda generación llegó recién a mediados del año pasado. Se trató de una gran evolución a nivel de diseño, tecnología y motorización. ¡Te contamos nuestra experiencia al volante!
Renault Duster, con estética renovada
La esencia del Duster se mantiene, gran mérito de la marca, pero la carrocería adoptó líneas más redondeadas y no tan rectas. En sintonía con ello, el parabrisas se encuentra más lanzado hacia atrás (en ruta viaja más holgado, sin resistencia al viento) y la trompa ganó juventud con soluciones concretas: ópticas delanteras con luces diurnas LED, parrilla cromada de mayor tamaño, paragolpes y capot rediseñados y luces traseras 100 % LED.
Sofisticado
El Duster se caracterizó desde siempre por su gran habitabilidad, pero en esta nueva etapa mejoró notablemente la calidad de todos sus materiales interiores. Esto se hace palpable tanto en la consola central (son plásticos duros, pero de excelente terminación), como en los tapizados de los asientos y los revestimientos de las puertas.
La central multimedia tiene Apple Car Play, Android Auto, cámara de retroceso y monitor con ángulos de inclinación para el manejo off road. Además mejoró muchísimo su definición y creció de tamaño: ahora es de 8 pulgadas. Además, el Duster incorporó un nuevo climatizador, el cual cuenta con displays digitales en las parrillas.
Contundente
La versión que estuvimos conduciendo durante diez días por la geografía cordobesa cuenta con el debutante motor 1.3 turbo de 4 cilindros de 155 CV. Un propulsor chico que sorprende por su contundente reacción. Su torque máximo (250 Nm) se mantiene en vilo prácticamente en todo el régimen. En la práctica, esto es algo que se valora, pues transmite mucha seguridad y confianza en ruta.
En tramos urbanos, se destaca por su andar suave y por su dirección eléctrica, que lo hace un SUV muy maleable. En la diaria, el desempeño de su comprimido motor también es para destacar. En este caso es para subrayar su elasticidad, lo que implica que, circulando en marchas altas y a bajas revoluciones, el motor siempre tiene resto para reaccionar. El consumo urbano fue de 11 litros cada 100 kilómetros, en tanto que en ruta a 130 km/h la computadora arrojó un gasto de 8,9 litros cada 100 km, con una autonomía de 560 litros.
Con licencia para pisar la tierra
Comparado con sus rivales, el Duster siempre fue el que presentó mejor desempeño off road. El sistema 4WD Lock (reparte 50/50 en cada eje) se mantiene sin modificaciones y fue el gran responsable para que pudiéramos lidiar en las zonas más complicadas de nuestra incursión por caminos serranos. En este terreno colaboró mucho su mayor despeje (aumentó de 210 a 237 milímetros) para que en las huellas profundas no rozaran su sector delantero ni la “panza” del vehículo.
El Renault Duster se puso a tono con lo que hoy demanda el mercado. Ganó mayor sofisticación en su interior, mejoró la propuesta “tecno” en pos del conductor y actualizó su motor incorporando un moderno propulsor turbo-naftero. Todo ello se coronó con una lograda actualización de su imagen. De este modo, el Duster hoy se perfila como un gran candidato dentro de su categoría.