Por Adrián Baer.
El desarrollo conocido como Protected Intersection es un proyecto urbano que busca proteger a todas las personas frente a los peligros de las intersecciones de las calles.
El modelo cuenta con un diseño que separa a los peatones, ciclistas, espacio de estacionamiento y autos, para que cada uno pueda tener su lugar en la ciudad.
Este diseño cuenta con un paso de peatones e incorpora otro paso pensado exclusivamente para las bicicletas, marcado en color verde. Además, agrega uno más para estacionar los vehículos, que quedarían en medio entre la sección de bicis y del aparcamiento.
Este estilo deja lo que se conoce como islas de las esquinas. Se trata de secciones de la vereda muy chicas que no tienen utilización para que los autos que doblen pueden girar con una velocidad muy reducida. Esto lo que consigue es que haya menos riesgos para una accidente.
El proyecto mantiene las bicicletas físicamente separadas de los vehículos motorizados hasta la intersección. Proporciona un alto grado de comodidad y seguridad para personas de todas las edades y capacidades.
Este diseño reduce la probabilidad de que los vehículos giren a alta velocidad, mejorando las líneas de visión. Además, reducen drásticamente la distancia y el tiempo durante el cual las personas en bicicleta están expuestas a conflictos.
Por ejemplo, en la ciudad de San Francisco (USA), un diseño de Protected Intersection generó que el 98% de los conductores cedieran el paso a las personas en bicicleta y el 100% a las personas que caminaban.
Un estudio realizado en Nueva York encontró que las intersecciones protegidas tenían menos conflictos entre vehículos y bicicletas. Ello comparado con aquellas que cuentan con un carril exclusivo para girar con una fase de señal exclusiva para bicicletas.
Al separar claramente los espacios para peatones, ciclistas y vehículos, este modelo reduce los riesgos de accidentes. Además, mejora la fluidez del tráfico y la comodidad para todos los usuarios de la vía.