auto diésel o naftero amarok en tierra
Por Mauro Osorio

Hace 10 años, hice un viaje por media Patagonia con un Fiat Punto 1.3 turbodiésel y recuerdo bien que era fácil apuntar a mil kilómetros de autonomía con un solo tanque. Por esa época, también hice una prueba de manejo del Citroën Grand C4 Picasso 1.6 HDi, en el que anduve por la ciudad de Buenos Aires. Me fui hasta San Antonio de Areco, hice fotos en Luján y devolví el auto con más de medio tanque. 

Para quienes gustamos de largos viajes en auto, los motores diésel siempre nos traerán buenos recuerdos. Digo recuerdos, porque la realidad es que este tipo de motores está en franca retirada entre los autos de pasajeros, aunque sigue firme en otros segmentos como las camionetas y, en general, los vehículos comerciales y de transporte.

peugeot partner en ciudad

Pese a sus ventajas, los diésel están en retirada

Las ventajas de los autos diésel son, básicamente, una mecánica más robusta y menor consumo de combustible. Como casi todos tienen un turbo que alimenta la combustión, este tipo de motores tiene muy buen torque a bajas vueltas, lo que se traduce en buena reacción del acelerador ante los sobrepasos. Los consumos siempre fueron más bajos que sus equivalentes nafteros, por lo que en general siempre tuvieron una autonomía destacada

Sin embargo, en todo el mundo, los motores diésel no viven su mejor momento. Hay que decir que, en realidad, son los motores a combustión general los que tienen los días contados. Esto es porque las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero han hecho que la industria se enfoque en la movilidad eléctrica. 

Aún así, antes de la llegada de los eléctricos, los motores nafteros habían equiparado muchas de las ventajas que tenían los diésel. Hoy, por ejemplo, es posible comprar en Argentina autos con un pequeño motor 1.0 turbo naftero de tres cilindros y potencia mayor que uno de 1.6 litros de hace 15 años. Tecnologías como la inyección directa o el mencionado turbocompresor estuvieron siempre relacionadas con los motores diésel, pero hoy han llegado masivamente a los nafteros, igualando las ventajas. 

A esto hay que sumarle que las normas de emisiones han obligado a los fabricantes a equipar a los motores diésel con elementos extra que encarecen el uso, como el filtro de partículas (DPF, por sus siglas en inglés) o el uso de un tanque suplementario con urea. En ambos casos hay que hacer un proceso de mantenimiento cada cierta cantidad de kilómetros.

renault kangoo en ruta

Alternativas

Si hace algunos años todos los sedanes del segmento C estaban “obligados” a tener una versión diésel, hoy no queda ni un exponente en el segmento. En el caso de los utilitarios pequeños como furgones, el Gas Natural Comprimido (GNC) se convirtió en un reemplazante ideal para los motores diésel, ya que es un combustible económico para uso urbano. 

Otra tecnología que viene creciendo fuerte en Argentina es la híbrida, en la que se combina un motor a combustión (en general, naftero) con otro eléctrico y baterías que acumulan la energía de la desaceleración y la usan para bajar la exigencia del motor a combustión. Con las distintas variantes de motorizaciones híbridas los consumos de combustible bajan, por lo que una de las principales ventajas de los motores diésel queda anulada.

Diésel, firme en transporte y utilitarios

Sin embargo, en términos de volumen, el consumo de combustible diésel no baja porque prácticamente el total de transporte de personas y mercancías sigue usando motores diésel. Tecnologías como la hibridación o el GNC están haciendo sus primeros pasos en este segmento, pero poco pueden resolver a la hora de cubrir largas distancias o transportar cargas pesadas. 

Otro nicho fuerte del diésel son las pickups y Argentina es uno de los países que más camionetas consume respecto al total del mercado. Hoy hay muy pocas variantes nafteras dentro de las pickups “de una tonelada” (como se conoce al segmento de modelos como Hilux o Amarok). La Ranger siempre tuvo variante naftera, pero sus ventas son minoritarias, y Toyota la reserva para su variante deportiva (GRS). El resto casi no ofrece variantes no-diésel. 

amarok en terreno de tierra

A tener en cuenta al comprar un usado diésel o naftero

  • Uso. En general, quienes tienen autos diésel suelen darle un uso intensivo. Los motores diésel tienen en promedio una vida útil más larga que los nafteros, pero también los usados diésel suelen tener más kilómetros en el odómetro.
  • Combustible de calidad. Los motores diésel más actuales necesitan cargar combustible de grado 3 o premium para funcionar correctamente. A la hora de comprar un usado, es muy difícil saber si el usuario anterior cumplió con esta exigencia.
  • Nafteros modernos también necesitan premium. Lo anterior también corre para los motores nafteros más modernos, que cuentan con turbo y una tasa de compresión mayor a 10.5:1, aunque muchas veces depende del fabricante.
  • Precio del combustible. Anteriormente, el precio del gasoil era un factor a favor de los motores diésel y por eso se acuñó el término gasolero. Sin embargo, hoy es bastante más caro que la nafta y por eso conviene hacer números a la hora de decidir una compra. 

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